Menú 2.

Mañana mediocre, fumé un cigarrillo y sí pude desayunar.
Un poco estresada, no encuentro mi celular y Tomas no ah comido.
Me eh levantado más temprano de lo normal, necesito un poco de tranquilidad, pero es muy temprano como para drogarme.
Tarde, hora de ir al trabajo y me pongo mis medias.
En el bus, unas pendejas jodían y jodían desmadrando mi tranquilidad.
En el camino me encontré a Enriqueta y la veía un poco preocupada, creo que tiene problemas con su periodo, pero... ¿A quién le importa?, además, no le pasa estar de putona.
Más putona que yo, tengo meses sin un pito en mi cola.
Lo más que eh tenido son mis dedos, pero ya ni me bastan.
Otra ves frustración, el chef de nuevo tachándome de inútil.
Un puto problema.
Tarde intranquila, bienvenida la pendejez.
Una cliente me pidió que le calentara más la sopa, jajajaja está pendeja, ¿se quiere quemar el hocico?.
Maldición, por alguna extraña razón se me perdió mi bolso, ¿o donde le puse?, estoy rependeja.
Un poco de estrés, no la encuentro.
¡Pero sí soy idiota!, Le llamaré para que suene y lo encontraré.
*Suena el celular*.
Aquí estás pendejada. Un mensaje de texto.
-Hace 4 miércoles atrás estuvimos juntos. Como me hubiese gustado no regresar y haber empezado una vida contigo al lado de una niña maravillosa, que siento que es la única que entiende mis gustos, en fin, iré a despejar mi mente y pensaré en ti como lo eh estado haciendo varios días, te quiero y buena noche.-
Me deprime, ¿que me ah pasado?. Ahora sí me hicieron sentir como una vil perra. Cerda.
Primero él y luego me olvido de él.
Qué asco de persona.
Es que la pasión carnal es necesaria, nadie le niega un dulce. Pero bueno, los humanos somos pendejos por naturaleza.
Me preparo para largarme de este nido de comida.
El trayecto es tranquilo, se armoniza con las estrellas.
¡Tomas!, por fin estoy en casa solo... ¡¿Qué demonios!?, encontré otro problema.
Ahora son 2 gatos, el que acabo de encontrar está muy desnutrido.
Prendí el computador y me dispongo a ver que es lo que me deparará la frustración de todos los días.
Checo una y otra ves y nadie me comprende.
Qué será de i, si siempre estoy quejándome y nunca feliz.
Niveles de pendejez. Con ganas de fumar magia verde.
Y luego, una música sabrosona.
Sigo drogada, las gotas de mi baño son suaves y pienso que sería agradable morir debajo del agua, un océano.
Sueño y dormiré pensando en el futuro de mañana, espero no amanecer muerta.